Lo que somos

Este es un texto que he elaborado para hacer una reflexión con mi alumnado en la asignatura de valores.

Querido tú:

He decidido crear estas líneas para contarte algo que espero nos marque a todos. Quiero comenzar esperando que todo sea distinto.

Que tus vistas sean verdes de montes y bosques; y azules de mares limpios.

Que tu cielo esté despejado y su aire se pueda respirar.

Que los animales no tengan que ser protegidos porque todo el mundo los respeta.

Y que todos sepáis cuidaros y respetaros como personas.

Aquí llevamos solo unos días encerrados y encerradas en nuestros hogares, por una amenaza invisible a nuestra salud.

A mí no me quitarán de esta cabeza testaruda que no han sido los chinos, ni los pangolines, ni los americanos los que han provocado esto; esto nos lo ha hecho la Tierra.

Nuestra querida e infravalorada.

Porque nos hemos olvidado de que somos nosotros los que la necesitamos a ella, no ella a nosotros.

Porque nos hemos convertido en una máquina de depredación y destrucción.

Porque poco a poco la hemos estado matando y, con ello, matándonos a nosotros también.

Y ha dicho “hasta aquí”.

Su vida sigue: los pájaros siguen volando libres, las liebres corriendo por los prados y, los peces a salvo de nosotros en el inmenso océano mientras estamos escondidos y confinados en nuestras propias jaulas.

Al igual que la Tierra, ninguno de ellos nos necesita. No nos hemos dado cuenta de que esta relación de dependencia con el medio que tenemos es unilateral. Todos los seres, y nuestro planeta en sí, pueden vivir perfectamente sin nosotros. Somos destructivos, seres despreciables y consumistas.

Ahora, aquí entre cuatro paredes nos damos cuenta de que muchos vivimos con desconocidos.

O del tiempo que hemos desaprovechado con los nuestros.

O de lo poco que hemos valorado nuestra libertad.

O nuestro tiempo.

Se nos ha obligado a parar y a no tener contacto.

Un contacto que se había perdido muchas veces.

Escuchar, ver, sentir y oler a nuestra pareja, a nuestra hermana, madre o amigo...

Nunca nos dimos cuenta de lo mucho que echaríamos de menos esa sensación. Reconfortarnos con una caricia que muchas veces no dimos; quizá por costumbre; o falta de tiempo.

Ahora tenemos todo el tiempo del mundo y no sabemos que hacer con él. Porque la sociedad no nos ha querido enseñar a hacerlo. Porque somos máquinas de producir; autómatas con una misión diaria por cumplir.

Y no nos dábamos cuenta de que, mientras eso ocurría, se nos acababa el tiempo; de que perdíamos abrazos, olores, miradas y conversaciones. De que perdíamos momentos y nuestro mundo. Que el mundo debía darnos una lección.

Por ello, intenta no cometer los mismos errores.

Que espero que lo que ves, lo que sientes y lo que haces sea distinto a lo que hemos hecho nosotros.

Recuerda que el mar, el aire y la tierra no te necesitan

Y VIVE, sobre todo vive.

 

Ms.Saltyfreckles

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi breve historia de España 5° y 6°

FÁBRICA DE ESCRITURA

En esta Jaula